Todo buen profesional debe de conocer las características de cada raza (tendencia para lo que en principio fueron seleccionadas, ya que cada animal es único, independientemente de su raza ), los periodos de desarrollo de los perros según sus edades, conocimientos sobre comportamiento de los cánidos, como realizar una socialización adecuada, rutinas de salud diaria, conocimientos sobre prevención de enfermedades y por supuesto conocer el “lenguaje” canino. Además de conocer al propietario y a la forma en la que el interactúa con su perro, pues es la clave para poder ayudarles a ambos.
La mayoría de los comportamientos indeseados por los humanos, son comportamientos normales para los perros. Por ejemplo el roer cosas o cavar.
Lo que hacemos los adiestradores es enseñar a redireccionar estos comportamientos, de manera que los perros puedan ser felices realizando el mismo comportamiento de forma que no sea molesto para los humanos. Por ejemplo enseñandoles a morder sus juguetes en vez de los muebles o a cavar hoyos en un sitios determinado del jardín adecuado para ello en vez de por todo el jardín .
Según Ivan Pavlov (1849-1936), physiologístico ruso, quien descubrió el condicionamiento reflejo, los perros aprenden por asociación siendo esta la base de todo adiestramiento o modificación de conducta actual hoy en día con perros. Él formuló la ley del reflejo condicionado, que desarrolló después de advertir que la salivación de los perros que utilizaba en sus experimentos podía ser resultado de una actividad psíquica. Al efecto, realizó el famoso experimento consistente en hacer sonar una campana inmediatamente antes de dar el alimento a un perro, para concluir que, cuando el animal estaba hambriento, empezaba a salivar en cuanto oía el sonido habitual.
